Origen del Labrador
Fueron aristócratas ingleses, con su reconocida pasión por los perros, quienes introdujeron en su país, hacia 1825, al perro menor de Terranova y, tras diferentes cruces con otras razas de perros cazadores, se fue convirtiendo en lo que conocemos como el actual Labrador Retriever.
Fue en 1903 cuando se realizó el reconocimiento de la raza por parte del Kennel Club inglés, mucho tiempo después de que esos primeros Labradores llegasen a las Islas Británicas.
Tamaño
Con una altura a la cruz de 56-57 cm en los machos y de 54-56 cm en las hembras, la raza labrador retriever se considera de tamaño mediano.
Colores
Los colores del labrador aceptados por la Federación Cinológica Internacional y, por ende, integrados en el estándar de la raza son tres: el negro puro, el hígado/chocolate y el amarillo, aunque de estos últimos se aceptan varias tonalidades.
Carácter
Una de las características más notables del labrador retriever es su carácter. Debido a su apariencia amigable y su carácter excepcionalmente sociable, esta raza canina ha sido la más popular del mundo por más de una década. Además, la estabilidad de carácter de estos perros los ha convertido en grandes socios de la humanidad, colaborando como perros de rescate, perros de terapia, perros de asistencia y mucho más.
El labrador retriever es sociable, amigable, leal, inteligente y amante de la diversión. Esta raza es fácil de entrenar, por lo que resulta una buena compañía si se cuenta con el tiempo y el espacio suficiente.